Este es un post para todas las mujeres, escrito desde mi alma.
Ayer mi anciana interna me contó que soy todas las mujeres. Que yo soy tu y que tu eres Yo.
Me reconozco como amante, guerrera, madre, bruja, princesa, Diosa del cielo y de la Tierra. Me reconozco como campesina, como intelectual, como ladrona.
Me reconozco en la prostituta, en la curandera, en la nómada. Me reconozco en la mujer agua, la mujer Tierra, la mujer Fuego, en la airada y en la loca.
Me reconozco en la mujer sensual, en la monja, en la teje hasta altas horas de la madrugada y en la que camina kilometros para conseguir agua.
Me reconozco en la mujer violada y maltratada en la mujer víctima, en la mujer callada.
Me reconozco en la embarazada, en la puerpera, en la que no tiene útero o prefiere otras andanzas.
Me reconozco en la rabiosa, también en la que no se calla nada.
En la virgen e inocente y en la que empuña una espada.
Me reconozco en mi amiga, mi madre, mi suegra, en mis abuelas y en las mujeres ancianas.
Me reconozco en la niña, en la bebita que respira a bocanadas.
Y siento hermanas que ha llegado el tiempo de compartir y dejar la competición de espaldas. De nutrirnos y cuidarnos pues ya os nombré Hermanas.
De corazón a corazón de alma a alma.
Ana