Mi Útero: me creí que era un crucifijo y era el Árbol de la Vida.

El otro día fui a ver a Raquel Poblete, terapeuta holistica, moon mother y mujer sanadora donde las haya. 

Me acogió en su casita de madera en la montaña. Todo cuidadosamente preparado para ofrecerme una bendición y sanación de mi útero. Para mi es un trabajo pendiente desde hace ya tiempo.

Hablamos un poco del camino que he estado transitando ultimamente, los trabajos ya realizados y de mi necesidad de cerrar el ciclo de sanar mi útero, muy presente en mí desde que fui madre hace tres años.

Me siento en el trono preparado, cierro los ojos y comienzo a sentir aire fresco, me abanica con plumas de poder que me descargan de el estres acumulado y las tensiones diarias. 

Me pide que me concentre en mi útero, que lo visualice. Yo lo veo nítido, flotante, infladito, algo luminoso. Puedo percibir su forma exacta, como si estuviera viendo un libro de anatomía en 3D.

De pronto asocio esa imagen con la de un crucifijo con el cristo colgado. Me conecta con la culpa, con la mujer atada, con la iglesia, con los que nos castigaban por abortar, por cantar y bailar bajo la Luna o por disfrutar de nuestro sexo solas o con compañía. Conecto con las madres que no quisieron ser madre, con las buenas madres que siempre tienen ue ser buenas, con la niña que menstrua y tiene miedo porque nadie le ha mostrado el poder que habita en ella. 

Mi útero se tensa y comienza a dolerme. Raquel me propone visualizar raices que salen de ella(la útero, la matriz) hacia la Tierra, se empapan, se nutren en ella. Eso me reconforta y mi matriz comienza a vibrar gustosamente. Sigo visualizando y veo como ramas salen hacia arriba buscando mi corazón, lo embuelven y lo mecen. Se extienden por mi cuerpo y comienzan a brotar hojas y luego frutos. SIento placer.

Mi útero vibra con muchas fuerza se ha puesto contenta.

Guuuuuaaau cuanta memoria tiene este órgano!! 

Dentro de mi ha crecido el Árbol de la Vida, y éste habita y es mi útero..

Mi corazón se abre y Raquel dice unas bonitas palabras que me nutren de pura luz. 

La bendición fue dada. 

Abierta, luminosa, corazón y útero palpitando. Me reconozco, me bendigo como mujer y bendigo a mi útero ARBOL DE LA VIDA.

Luego seguimos trabajando con la sanación del útero pero esto ya no os lo cuento, os invito a que lo probeis vosotras mismas. Creo que es un precioso regalo para hacerse. 

GRACIAS raquel por tu escucha y entrega.

GRACIAS mamá y papá por el gran regalo de nacer como mujer y entregarme todos estos dones. 

GRACIAS Útero, por vibrar tan fuerte, sangrar, tensarte, hacerme saber que existes y guiarme hacia la sanación. 

Os dejo la pagina de Raquel Poblete: http://matrizlunar.com/

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